Tema:
Soy
Católico
Objetivo:
El
grupo reflexionará sobre el significado de ser católico. Serán capaces de distinguir entre la fe
militante y la de sólo de nombre.
Propósito:
·
Para
reflexionar cómo vivimos nuestra fe.
·
Demostrar
cuándo se es verdaderamente católico.
·
Útil
para grupos con poco o mediano conocimiento sobre la fe de la Iglesia. Puede ser ideal como el primero de una
serie de temas.
Duración:
De
una hora y quince minutos, hasta una hora y media.
Estructura de la Sesión:
INTRODUCCION
1.
Oración inicial del grupo.
2.
Analizar Estadísticas. (Es conveniente que usted obtenga
estadísticas más actuales y apropiadas a la región país en donde viva). El Censo de Población de 1990 nos indicó que
el número de católicos en la República Mexicana: de los 80.5 millones de
habitantes a esa fecha, casi 74 millones son católicos, esto es el 90.4% de los
mexicanos. En la Diócesis de
Monterrey, según estadísticas de 1998, el 93% de la población es católica.
3.
Hacer las siguientes preguntas y escuche las respuestas de cada
participante. Indique que no se preocupen en responder
lo correcto o no, lo importante es participar, opinar. Fomente la diversidad de respuestas. Indique que usted no dará las respuestas
correctas, sino que el tema poco a poco lo irá aclarando
·
Siendo
un país católico, ¿por qué cada día hay más cristianos no católicos, y sectas
muy apartadas de la verdadera fe?
·
¿Hay
cerca de tu casa cristianos protestantes, o testigos, mormones, o de alguna
otra religión? ¿Se nota su actividad?
·
¿Se
nota la presencia de los católicos en tu colonia o zona?
·
En
tu familia, ¿en qué se nota que son católicos?
(Si obtiene respuestas como “nos
portamos bien”, aclare que eso es muy bueno, pero en eso no se nota que uno es
católico, pues un ateo o de cualquier otra religión puede portarse bien).
·
¿Por
qué dices tú que eres católico?
CONTENIDO
4.
Desarrollo del tema: Quien cree en Cristo como
Dios (Tercera Persona de la Santísima
Trinidad), es cristiano.
Nosotros, los católicos, somos cristianos porque creemos en Cristo. Ahora bien, desde casi el inicio de la
Iglesia, hace dos mil años, el término católico fue utilizado, pues católico
significa “universal”, y nuestra fe y nuestra Iglesia son universales, es
decir, para todos los seres humanos de todos los tiempos.
Para ser católico se
requiere haber recibido el sacramento del bautismo, pero eso es sólo el primer
paso. Hay “católicos” de nombre, que
pertenecen a la Iglesia en cuerpo pero no en corazón. Son miembros enfermos o muertos de la Iglesia que contribuyen a
su deterioro y retrasan el cumplimiento de su misión. Son los católicos de nombre pero que no practican la fe, que,
en México, desgraciadamente son la
mayoría. Ser católico en México
es parte de la herencia de nuestros padres, pero así sólo somos católicos por
tradición, sin un compromiso personal y sin una pertenencia real a la Iglesia.
Desconocedores de su
religión y sin el apoyo de la comunidad son víctimas propicias de la
indiferencia religiosa o del proselitismo voraz de las sectas. O sea que por no conocer ni vivir mi fe,
contribuyo a que poco a poco las sectas cristianas protestantes, testigos,
mormones y otras más, sigan creciendo.
Caso muy
diferente y muy esperanzador, es el de los laicos comprometidos que realizan
cada vez más intensamente su misión de predicar el evangelio entre esos
católicos no practicantes. (Hágales ver que ellos, al estar viniendo a
éste tipo de sesiones, buscando prepararse más, pasan a ser parte de los laicos
comprometidos; probablemente nos falta comprometernos más, pero vamos
avanzando).
Se es católico de corazón
cuando no solamente se recibe el bautismo y los demás sacramentos, sino que
permanecen en la Iglesia participando activamente de su misión.
(Aquí puede preguntar: ¿Cuál es
la misión de la Iglesia? Escuche sus
respuestas y aclare.- La misión de la
Iglesia, que somos todos, es la de Llevar la Buena Nueva de Cristo a todo el
mundo).
Entonces, un buen católico es
aquel que no solamente se porta bien, sino que además asiste cada domingo a
misa y recibe con frecuencia la eucaristía.
(¿Comulgamos seguido? Debemos hacerlo a menos que tuviéramos un
pecado mortal, en cuyo caso confiésate pronto y pronto vuelve a comulgar).
Ser católico es participar
en la misión profética de Cristo y de la Iglesia. Profeta es el que habla en nombre de Dios y, en los tiempos en
que vivimos, la Iglesia y sus miembros tenemos mucho qué decir. Por el profetismo se denuncian las injusticias
y se anuncia una nueva forma de vivir.
El católico es fiel al
Evangelio. Recuerda, además, que se
es más profeta con el ejemplo de la vida propia que con palabras.
El católico influye con
decisión y valentía en su ambiente propio, con su ejemplo y sus palabras. Miembro del pueblo de Dios, se une a la
Iglesia y es parte viva de ella.
5.
Lecturas Recomendadas: Mateo 28, 16-20
·
La
referencia Bíblica la puede utilizar para (a) profundizar la respuesta sobre la
misión de la Iglesia; (b) para dar pie a lo que sería el cierre o conclusión
del tema
CONCLUSION
6.
Cierre del tema: Pregunte al grupo “Entonces ¿somos verdaderos católicos, o
no?” Escuche todo tipo de respuestas,
y haga ver que, a los que más nos falta para ser verdaderos católicos, debemos
estar contentos porque el primer paso, el más difícil, es el de animarse a
aprender y a cambiar, y eso ellos ya lo han hecho. Cierre con un comentario similar a éste: “Precisamente eso es lo que haremos con
nuestras reuniones, formarnos mejor como personas, como compañeros, como
ciudadanos, como católicos, y así, crecer y ayudar a crecer a los demás”.
7.
Oración final: es conveniente que entre
las palabras que le dirijan a Dios, de agradecimiento, de petición, de amor,
incluyan algo relativo al tema, ejemplo:
“para que siempre y en todas partes seamos miembros vivos de su pueblo”.