Tema:
Objetivo:
El
grupo reflexionará sobre la importancia de hacer oración y particularmente la
oración del Rosario.
Propósito:
·
Comprender
la necesidad humana de mantener un contacto permanente con Dios.
·
Reflexionar
sobre lo fácil y provechoso que es rezar el Rosario y sobre lo poco que
acostumbramos esta práctica.
·
Reforzar
la práctica en los que ya acostumbran rezar el Rosario.
Duración:
Una
hora y quince minutos.
Recursos
Una Biblia y
el Rezo del Rosario
Estructura de la Sesión:
INTRODUCCION
1.
Oración inicial del grupo.
2.
Presentar tema y su importancia.
Pregunte:
¿quiénes de ustedes acostumbran orar?
Escuche sus respuestas y comente
“Es muy bueno que mantengamos contacto con Dios, comunicándonos
frecuentemente con Él”. Pregunte: ¿acostumbran rezar todos los días el
Rosario? (Algunos dirán que sí, otros
que no y algunos más que sólo de vez en cuando). Pregunte:
¿quién de ustedes sabe lo que es el Rosario y por qué se originó esta
oración? Después de haber escuchado
sus respuestas, explique:
Hace varios siglos, antes de la invención de la imprenta, los libros se copiaban a mano, había poquísimos, y además, casi nadie sabía leer. Los religiosos, los nobles y quizá algunos más eran los únicos que sabían leer.
Los monjes acostumbraban recitar diariamente todos los 150 salmos y encontraban esta práctica muy rica y profunda para alimentar el alma, pero como el 99% de la gente no sabía leer y no iban a poder aprenderse de memoria 150 salmos, buscaron la manera de que la gente pudiera meditar y acercarse a Dios, ¿cómo? pues recitando 150 Ave Marías.
Debemos recordar que en
Colosenses 3,16 se menciona que debemos
alabar a Dios en todo momento con salmos y cánticos inspirados. Bueno, pues de esa manera, los pobres, los
que no tenían acceso a la cultura, los muy ocupados, y en general todos, podían
cumplir con este mandato rezando el rosario.
¿De qué se compone el
rosario? Básicamente podemos decir que
consta de la meditación de una serie de misterios de la vida de Cristo
(gozosos, dolorosos, o gloriosos) intercalando un Padre Nuestro, 10 Aves Marías
y 1 Gloria, por cada misterio. Así
hasta completar las 150 Aves Marías.
El rosario es netamente
bíblico. El Ave María se compone de
las palabras del Arcángel Gabriel al saludar a María: "Dios te salve, María, Llena eres de Gracia. El Señor es contigo". La siguiente parte es la salutación de
santa Isabel cuando María va a visitarla y el bebé que Isabel llevaba en su
seno da un vuelco al escuchar la voz de María:
"Bendita eres entre todas las mujeres y Bendito es el fruto de tu
vientre". La tercera parte es
una oración pidiendo su intercesión, así como ella intercedió en las bodas de
Caná.
Algo importante de mencionar
es que en realidad cada Ave María es una alabanza directamente a Dios: "Bendito el fruto de tu vientre,
Jesús". O sea, Bendito sea Jesús.
El rosario es la oración,
después de la misa, que más nos acerca a Dios. Pero claro, así como en Misa hay que estar atento y no solo
presente, pues en el rosario hay que meditar cada parte y cada oración con
plena conciencia. Es decir, sería una
práctica incorrecta rezarlo como periquito o como jugando carreras, a ver quién
lo termina primero.
3.
¿Cómo
debemos rezar el Rosario? Solos o en
Grupo. Si pueden hacerlo en Grupo o
en familia, varias personas reunidas, es aún mejor. Cuando invitamos a otros a orar, a acercarse a Dios, al estar
evangelizando con nuestra oración, estamos haciendo algo fabuloso. Pida
a alguien que lea Mateo 25: 14 – 30 (Parábola de los Talentos). Pregunte:
¿Qué entendemos por esta parábola?
Escuche y después explique: No
se trata de salvarse nomás uno, sino además de mi salvación buscar la de los
demás. Dios nos dio ciertos dones
para salvarnos y para ponerlos a trabajar.
Cuando oramos (sea solos o en Grupo), y sobre todo cuando ofrecemos
nuestras oraciones por los demás, cuando entramos en contacto con Dios y
buscamos el bien del prójimo, estamos poniendo a trabajar esos dones que Dios
nos dio. Imagínense llegando al cielo
y diciéndole a Dios “Señor, gracias a Ti aquí estoy, y mira, no vengo solo,
sino que traigo conmigo a todos estos hermanos para que también vivan
contigo”.
Entonces, no debemos dejar de hacer oración y de pedir por
los demás, y el Rosario, según nos dijo el Papa Paulo VI, es “la forma más
perfecta de hacer oración”.
Pregunte: ¿saben
cuánto tiempo toma rezar el Rosario? Escuche sus respuestas. Rezar el Rosario implica sólo el 1% de
la duración del día. Rezar, digamos
los 5 misterios gozosos y meditarlos con calma, nos lleva 15 minutos, esto es ¼
de hora, y un cuarto de hora es el 1% de la duración del día.
Pregunte: ¿Hay problemas en el mundo o no? ¿y nosotros, a veces tenemos problemas,
preocupaciones, dificultades, tentaciones?
Bueno, pues fíjense que el Papa Adrián VI comentó que “El Rosario es el
látigo del demonio”. Queremos
mejorar, recemos el Rosario. Queremos
vencer alguna tentación, recemos el Rosario.
Queremos salvar almas, recemos el Rosario. María Santísima le dijo en una ocasión a Santo Domingo: “Un día, mediante el Rosario y el
Escapulario, se salvará el mundo”.
4. Resumen: Pida que alguien lea el siguiente párrafo:
No dejéis de inculcar con todo cuidado la práctica del Rosario, la oración tan querida de la Virgen y tan recomendada por los Sumos Pontífices, por medio de la cual los fieles pueden cumplir de la manera más suave y eficaz el mandato del Divino Maestro: “Pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá”.
PIO
XI, encíclica Ingravescentibus
malis. 1937
No dejemos pues de orar, de comunicarnos
con Dios, de darle gracias por tantas cosas buenas que nos da. Y no dejemos de rezar el rosario, sea en
grupo, sea en familia, sea a solas.
Rezar el rosario es una práctica muy sana para todo cristiano, porque
nos acerca muchísimo a Dios. No solo
por la meditación de los misterios y las oraciones fundamentales del
cristianismo, sino porque nos hace tener presente a María, aquella mujer que
nos dijo aquellas palabras durante las bodas de Caná: "Hagan todo lo que EL les diga". La Santísima Virgen nos ha trazado el
camino de la salvación: Obedecer a
Jesús en todo.
5.
Oración
Final: Recen un Rosario, de acuerdo al día en que
tengan su reunión (lunes y jueves, gozosos;
martes y viernes, dolorosos;
miércoles, sábado y domingo, Gloriosos).